En los párpados superiores se realiza una incisión horizontal que se extiende a lo largo del párpado en el pliegue que se forma cuando se abren los ojos, lo que permite ocultar la cicatriz, aunque después de tres meses ya no es visible ni siquiera cuando se cierran los ojos. Luego se extrae la grasa y piel sobrantes, que hace que los párpados se vean caídos. Si además se tienen las cejas caídas, y estas empujan los párpados hacia abajo, antes de realizar la blefaroplastia se levanta el músculo de la ceja para ver cuánta piel de los párpados hay que eliminar. Para esto, se hace una intervención de un centímetro entre el límite entre el pelo y la frente.
En los parpados inferiores se elimina la grasa sobrante, se reacomoda y distribuye la poca grasa que se deja en los párpados, pues es necesario dejar una cierta cantidad para evitar que los ojos ni parezcan “hundidos”. Además de la grasa, en alguno de los casos también se extrae piel: dependiendo de esto se definirá que tipo de cirugía llevar a cabo.
Por fuera de los párpados se realiza una incisión a lo largo del párpado que se prolonga tres milímetros hacia fuera, siguiendo el borde inferior de las pestañas. Esto permite extraer la piel sobrante. Además, cuando los músculos que rodean los ojos están muy flácidos se tensan y se fijan a los huesos a través de una pequeña sutura. Esta intervención es la más delicada de la blefaroplastia, pues requiere mucha precisión en la cantidad de piel que se extrae.
Por dentro del párpado se realiza una incisión horizontal de uno o dos centímetros por dentro del párpado, es decir por la vía transconjunvital para además de eliminar la grasa sobrante, reacomodar lo que queda.
Operar de esta forma no deja cicatriz a la vista y no deja sutura porque se deja la incisión abierta y, gracias a la rápida cicatrización de este tipo de tejido, la herida se cierra sola.
La operación de los dos párpados superiores e inferiores puede realizarse en dos horas aproximadamente. Cuando se utiliza anestesia local y sedación intravenosa puede ser ambulatoria, o requerir de un día de hospitalización si se realiza con anestesia general. Los primeros dos días se debe guardar reposo y evitar leer, ver televisión y hablar demasiado.
En las dos semanas siguientes se puede hacer una vida normal, pero con mucha prudencia. Esta cirugía producirá una ligera inflamación que se reduce al tercer día y desaparece a la semana.
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