Limar las uñas, pintarlas, aplicar 'peelings', exfoliar las pieles muertas del talón... Ésas son las funciones que la ley permite llevar a cabo en los centros de belleza. A partir de ahí, el uso de instrumentos cortantes, cuchillas, quitar callos... queda reservado a los podólogos.
Puede ser el caso de los callos, de las uñas con tendencia a clavarse o de las personas con problemas circulatorios, en quienes una pedicura mal hecha puede tener graves consecuencias. "
La Academia Americana de Podólogos ha emitido las siguientes recomendaciones antes de hacerse la pedicura:
-No se depile antes de hacerse los pies, para evitar infecciones a través de los pequeños cortes que puedan quedar.
-Lleve sus propios utensilios al salón de belleza.
-No deje que usen cuchillas para la planta de los pies.
-No utilice esmalte para cubrir las uñas descoloridas o con manchas, puesto que puede ocultar la presencia de hongos o infecciones.
-Consulte a su médico si tiene diabetes o mala circulación antes de hacerse la pedicura.
-Evite los cortes redondeados en las uñas de los pies que favorecen que los bordes de la uña se encarnen.
-Utilice la lima para los bordes de las uñas, evitando raspar la superficie. Puesto que no se pueden lavar, no comparta su lima con otras personas.
-Emplee únicamente un palito de madera para limpiar las uñas por dentro, puesto que otros utensilios pueden provocar pequeñas heridas y facilitar la entrada a posibles infecciones.
-Evite cortar las cutículas, y también retirarlas constantemente hacia atrás, porque con ello debilita esa capa protectora.
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