Pese al auge de la cirugía plástica, aún hoy a muchas personas les resulta difícil valorar la importancia de la cirugía abdominal, y hasta pueden burlarse de quienes recurren a ella, sin embargo, la situación es muy diferente para quienes, pese a las dietas y el gimnasio, sufren con ese abdomen distendido y fláccido que con frecuencia acompaña a las mujeres que han tenido más de un hijo, y que se ríe de sus esfuerzos por eliminar todo ese tejido excedente, ya que el estira y encoge de la piel originan su deterioro. También es el caso de los varones que pueden tener brazos y piernas fuertes, estar en un peso relativamente adecuado, pero luciendo siempre una “pancita” que se resiste a todos sus esfuerzos.
Cuando ya se trataron los medios convencionales y nada da resultado, es momento de intentar algo diferente, siempre que sea seguro y eficaz. En ese caso la solución es una abdominoplastía. ¿En qué consiste? Pues la abdominoplastía (también llamada dermolipectomía o lipectomía) es una operación de cirugía plástica estética que elimina el tejido adiposo excedente con la piel que lo recubre y que suele estar muy suelta, permitiendo unir luego los músculos y la piel, devolviendo al paciente un abdomen liso y tonificado. Un sueño hecho realidad.
La abdominoplastia es una operación sencilla en teoría, pero como toda cirugía tiene que realizarse con extremos cuidados para proteger la salud del paciente, que es siempre la prioridad. Sin embargo, es posible realizar la intervención con anestesia local asociada a un sedante, pero mayormente se realiza con la anestesia general. La decisión la tomará el paciente de acuerdo con el consejo de su cirujano.
La complejidad de la operación determinará la duración de la misma, sin embargo se puede estimar que la duración va de dos a cuatro o cinco horas.
El procedimiento no es muy complejo y se basa en un corte horizontal en el abdomen que va de un lado a otro de las caderas, a la altura de la pelvis, siempre en relación a la condición del abdomen del paciente y la cantidad de tejido que esté sobrando, buscando que la cicatriz quede luego cubierta por el bikini. De ser necesario, se realiza otra incisión alrededor del ombligo y en ese momento es posible liberar la piel del tejido abdominal. El procedimiento contempla la separación de los músculos del área que deberán quedar expuestos para su manipulación. En el caso de las mujeres que han pasado por varios embarazos, estos músculos suelen hallarse vencidos y blandengues y por ello requieren ser ubicados adecuadamente en su lugar de forma que se pueda definir el contorno y devolver la firmeza a la pared abdominal. El tejido sobrante será removido. Para finalizar se coloca nuevamente la piel sobre el área y se procede a suturar, colocado el ombligo en el lugar que corresponda en el nuevo abdomen.
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