1.Armonización global del rostro: Quitarse la cara de cansada o el aspecto de estar siempre enfadado es una de las demandas más habituales de los pacientes. Se trata de combinar distintos tratamientos 'controlando' el envejecimiento para obtener resultados naturales. Ellas apuestan por la medicina estética apercitiva, un nuevo concepto basado en un sistema de diagnóstico multidimensional que permite adelantarse al futuro y predecir y redirigir el envejecimiento para mejorar la belleza y la salud global de cada paciente. Si hace una década el concepto central de la estética era el antiaging hoy hablamos de wellaging. De quitarse la cara de estrés o de cansancio en lugar de buscar quitarse años, porque con una cara relajada va a estar mucho más favorecida, guapa y natural.
2.Aumento y remodelación de mamas: La cirugía de la mama sigue siendo la más demandada en nuestro país y supone el 32% de las cirugías. El aumento es la operación que se sitúa a la cabeza, seguida de la reducción y el aumento combinado con la elevación. La reducción de las cicatrices y le mejora en la calidad de las prótesis son los dos grandes avances de los últimos años. Las cicatrices son cada vez más cortas y en sitios menos visibles. Hay una mayor demanda de la remodelación de la mama en el grupo de edad que va de los 35 a los 50 años, pues en esa franja, con los embarazos, la lactancia y los cambios de peso, esta se modifica. Lo más frecuente es la elevación (acompañada en ocasiones por aumento o reducción) y también el uso de grasa propia.
3.Rejuvenecimiento de la mirada: Los ojos son una de las partes del cuerpo que más acusan el paso de los años. La mirada cansada, las arrugas, los ojos hundidos y los párpados caídos son algunas de las consecuencias de cumplir años. Según datos de la Secpre, es la tercera intervención estética más demandada por las mujeres y la segunda por los hombres. La cirugía que busca rejuvenecer la mirada es una de las que más ha evolucionado en los últimos años. Antes se trataba de quitar piel y quitar bolsas y ahora cuanto menos se quite, mejor. Ahora lo que se hace es trasponer la grasa, recolocarla en zonas donde falta volumen como el surco que hay debajo del párpado inferior o en el párpado superior, y se evita la sensación de ojo hundido y de mirada cadavérica que se producía al ir envejeciendo.
4.Bótox preventivo: Actuar pronto para modificar la base genética y dirigir el envejecimiento es una de las premisas de la actual medicina estética. Y ahí el bótox preventivo triunfa. Está indicado para quienes tienden a fruncir frecuentemente el entrecejo, por herencia gestual genética, por miopía, astigmatismo o poca tolerancia a la luz y, sobre todo, en pacientes con piel fina que no solo son candidatos al marcado de arrugas con el paso del tiempo sino que, incluso antes de que estas se fijen, suelen ofrecer un aspecto de enfado, estrés o mal humor.
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