mujer: así, los muslos delgados comparten seguidores con los más voluminosos, sobre todo si la zona está compacta, fibrosa, torneada. En definitiva, libre de flacidez y de celulitis.
¿Por qué salen las cartucheras? Existen múltiples factores que precipitan su aparición: genética, sedentarismo, mala alimentación, así como el tabaco o el alcohol que provocan la retención de líquidos.
Los últimos tratamientos médico-estéticos para reducir y eliminar las cartucheras no contemplan pasar por el quirófano, pero sí por cabinas estéticas: mesoterapia, lipoterapia, intralipoterapia, cavitación... Este tipo de tratamiento, consiguen resultados similares a la temida operación estética para eliminar la grasa de la zona trocantérea. ¿Quieres saber en qué consisten?
La técnica se basa en micro infiltraciones con una pequeña aguja alrededor de la zona donde está la grasa acumulada. En la jeringuilla, cuyo pinchazo es indoloro, hay varias sustancias que movilizan y disuelven las grasas, como L-Carnitina o la blastoestimulina. Estas sustancias actúan sobre las grasas haciendo que se disuelvan de forma natural y nuestro cuerpo lo expulsa mediante la orina.
Este tratamiento elimina la grasa localizada a través de micro inyecciones que la trasforman en sustancias menos complejas. De esto modo, pueden ser transportadas por el sistema linfático y así eliminadas del organismo de forma natural. Los adipocitos eliminados no se regeneran y es por tanto una técnica definitiva y durable en el tiempo. Se necesitan entre 3 y 5 sesiones, en función de la zona que queramos tratar, con un intervalo de un mes entre ellas.
La intralipoterapia consiste en la inyección de una sustancia denominada ácido desoxicólico, una solución acuosa con base gelatinosa y totalmente biocompatible, ya que está presente en el organismo humano y se reabsorbe con facilidad. Es un tratamiento especialmente indicado para eliminar las acumulaciones de grasa que se producen en abdomen, caderas, muslos, rodillas y brazos, por lo que no se recomienda su uso en personas obesas.
Muchos expertos confían en ir haciendo evaluaciones continuas y combinar aparatos estéticos para lograr más eficacia en la reducción de grasa. Por ejemplo, para disolver los nódulos celulíticos grasos, comenzaremos con ocho sesiones de cavitación.
Detrás de cada cavitación es imprescindible la realización de la presoterapia para eliminar esa grasa que hemos disuelto. Al finalizar el tratamiento pasaremos a realizar de 6 a 8 sesiones de radiofrecuencia para reafirmar los tejidos que, a causa de la disminución de volumen, hayan podido perder firmeza.
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