Dentro de los tratamientos de depilación láser es importante tener muy presentes los diferentes
estímulos hormonales que algunas personas pueden llegar a tener. Éstos, pueden influir en diferentes zonas del cuerpo, tanto en el cabello como en el vello corporal, y, llegado el momento, pueden impedir que un tratamiento de depilación láser tenga los resultados esperados.
Durante toda nuestra vida pasamos por una de cambios hormonales; pubertad, embarazo, trastornos de la glándula tiroides o menopausia, siempre estamos expuestas a constantes cambios.
Al activarse un folículo piloso por culpa de estos cambios y que en condiciones normales estaría inactivo, el resultado de la depilación por láser no será el mismo.
Algunas de las zonas más afectadas a nivel hormonal en las mujeres son; el rostro, la línea alba, la zona lumbar y las areolas mamarias, entre otros. En estos lugares, el vello puede crecer si se producen cambios hormonales y es donde no se puede garantizar una eficacia absoluta.
Por ello, es importante contar con la ayuda y el asesoramiento de profesionales que podrán aconsejarnos acerca de la manera ideal de eliminar el vello de estas zonas.
Las zonas menos afectadas por los cambios hormonales son las piernas, ingles y axilas, lugares donde está probado que la depilación por láser es mucho más efectiva y sus resultados se mantienen durante más tiempo.
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