Tener vello indeseado en los pies es muy común, no es estético y puede llegar a ser hasta molesto con cierto tipo de calzado, por ello ahora tenemos la suerte de contar con la posibilidad de la depilación láser pies, para lucir sandalias o un pie descalzo sin complejos.
La mayoría de las personas piensa en realizarse la depilación láser en piernas, ingles, axilas, o en el caso de los hombres en pecho, espalda y hombros. Pero hay una zona que, aun estando escondida gran parte del año y ser de superficie mínima, llega a provocar complejos importantes para los que ven que tienen demasiado pelo. Se trata de los dedos de los pies, en especial el pulgar, el índice y el corazón.
A las mujeres suele afectarles más, porque por lo general enseñan más los pies en verano y les gusta tenerlos arreglados y con buen aspecto. Un hombre se pone chanclas de manera informal, pero la mujer los muestra incluso en las ocasiones más importantes durante más de 3 meses. Y si no soporta los pelos que nacen de sus dedos, el verano se puede convertir en una pesadilla.
Depilar los dedos de los pies con métodos tradicionales no es fácil. Antiguamente, una de las formas que los chinos utilizaban para torturar a aquellos de los que querían obtener información, era arrancarles lentamente, uno a uno y con tirones suaves, los pelos de los dedos de los pies. El que nunca lo haya probado ya se puede hacer una idea con esto de lo doloroso que puede llegar a ser.
Y si se opta por la cuchilla para evitar el dolor, tenemos el problema de siempre: vello más duro cada vez, que nace enseguida tras depilarlo.
Para evitar todas estas molestias, lo mejor es optar por la depilación láser. La superficie a depilar es mínima, así que el precio no va a resultar un problema. Tampoco el tiempo, puesto que en unos pocos disparos se deja la zona tratada. Y por supuesto, el dolor no debe importarnos porque con las últimas tecnologías como Serenity, la depilación láser resulta prácticamente indolora, al contrario que la cera o las depiladoras eléctricas.
Es importante que el pie no esté bronceado para poder someterse a la depilación definitiva. Si no lo está, lo mejor es acudir a informarse a un centro médico especializado, donde realizarán un estudio personalizado de cada caso y podrán evaluar el tratamiento que mejor se adapta a cada persona. Tras las pruebas pertinentes, sólo queda pedir la primera cita… y olvidarse por fin de los antiestéticos pelos en los dedos de los pies.
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