La línea alba, por si esa denominación no te resulta familiar, es una línea de constitución fibrosa que desciende del abdomen y, más concretamente de la zona del ombligo hasta el pubis.
Se llama alba porque es un tejido conectivo de color blanquecino en su interior. En su recorrido medio, separa los músculos abdominales y los rectos de la parte del abdomen. Se trata de un tejido que no tiene vasos sanguíneos muy importantes, por lo que es reclamada como una excelente zona para hacer incisiones de cirugía.
Esa cualidad de tejido fino la hace igualmente atractiva y fácil de tratar con las modernas técnicas de la depilación láser médica.
Es una línea porque su estructura descubre una hendidura más o menos marcada entre ambos puntos y porque se deja ver sobre la superficie del cuerpo con una delicada fila de vello. Ese vello tiene un patrón masculino, los hombres tienen la línea alba muy marcada por esa fila velluda, que está presente en el 95%, según las estadísticas.
El problema surge cuando la línea alba está marcada por ese mismo vello pero en un cuerpo femenino. Se trata de uno de los que más incomodidad producen en la imagen de una mujer occidental. El vello de la línea alba es un contratiempo para disfrutar de lugares donde exhibe libremente el cuerpo como en las playas y cuando se lleva ropa ligera en verano.
La depilación láser de la línea alba es muy solicitada, en los centros de depilación láser y fotodepilación por diferentes motivos:
Primero, porque es uno de los problemas de vello femenino más comunes.
Segundo, porque se trata de una de las intervenciones más económicas y más rápidas de las que se proponen para el cuerpo femenino. El vello de la línea alba suele ser escaso, tener poca densidad, estar bien expuesto para facilitar las aplicaciones de unas limitadas sesiones de depilación láser.
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