Tras las cortas y merecidas vacaciones, llega el momento de realizar un plan de acción profundo en nuestra piel, con el fin de recuperar el equilibrio perdido por la sobre exposición al sol y la deshidratación provocada por los aires acondicionados, cloro de la piscina, etc.
En primer lugar debemos someternos a un peeling químico. El peeling es un tratamiento que tiene como principal objetivo conseguir la renovación de nuestra piel, trabajando desde las capas más superficiales hasta las más profundas de nuestra piel.
El segundo paso consiste en la revitalización de la piel de nuestro rostro con aminoácidos. La finalidad de este proceso es frenar el envejecimiento acelerado provocado por la sobre exposición de nuestra piel al sol, a través de la aplicación de inyecciones compuestas por aminoácidos en la zona intradérmica de nuestro rostro.
El último paso se basa en la hidratación y relajación, mediante la aplicación de forma conjunta tanto de técnicas tradicionales como las más novedosas del sector del bienestar como por ejemplo la aromaterapia.
Destacar que los resultados de este tipo de tratamientos son inmediatos, por lo que desde la primera sesión podremos ver resultados.
No lo dejes pasar por más tiempo y consigue una piel suave y joven para este otoño.
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