La depilación láser láser es un tratamiento que se puede aplicar prácticamente en todas las zonas del cuerpo. No obstante, los expertos señalan que en algunas zonas es primordial extremar las precauciones, al ser más delicadas y propensas a sufrir efectos mayores secundarios. La zona facial es una de las partes más complicadas para la depilación láser. El mayor inconveniente se debe a que se encuentra permanentemente expuesta a la luz del sol, por lo que la cantidad de melanina en la piel es superior a la de otras partes. Los profesionales únicamente aconsejan la depilación facial con láser en los casos donde el vello es oscuro y se diferencia claramente de la piel. Otras zonas como las ingles o la zona anterior de la pierna, presentan un tratamiento más molesto e incómodo para el pacinte. En estos supuestos se aconseja utilizar frecuencias más bajas. En EEUU, en el estado de New Jersey, la ley sólo permite la depilación láser en cara, cuello, brazos, tórax y piernas. El resto del cuerpo se considera como zona peligrosa.
En España, la depilación con láser en la zona púbica es una de las más demandadas. Como indican los profesionales del sector, es una zona muy delicada, en la que hay que tener un cuidado especial. La parte más sensible es la de la mucosa púbica, ya que no tiene la protección con la que cuenta el resto de la epidermis. Puede ser aconsejable el uso de crema antiinflamatoria en estas sesiones, pero es mejor consultarlo con el médico de la propia clínica. Por último, también hay que tener en cuenta el llamado “efecto paradójico”, que puede darse con cierta frecuencia en la zona facial de las mujeres. El uso del láser en esta zona puede estimular el crecimiento del vello en la zona contigua a la tratada.
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