medicaciones, alergias, etc.), para descartar contraindicaciones o precauciones especiales que deban adoptarse y para valorar si es posible llevarla a cabo con la máxima seguridad. Además se realiza una detallada exploración y medición de las zonas a tratar y también del estado de la piel. Es un estudio imprescindible porque, a veces, cuando existe una gran flacidez o descolgamiento de la piel, sólo con la liposucción no se puede conseguir un buen resultado y es necesario combinarla con otros procedimientos, como por ejemplo, con una abdominoplastia o con estiramiento de la piel del abdomen.
Una explicación sencilla: la intervención consiste en extraer la grasa, tras prepararla adecuadamente, haciendo unas pequeñas incisiones en la piel mediante unas cánulas finas conectadas a un dispositivo estéril de aspiración. La liposucción se realiza en quirófano, y es esencial que la paciente se informe sobre la cualificación y titulación del/de la profesional que va a realizar el tratamiento. Igualmente resulta capital que verifique que el tratamiento se realiza en un quirófano con todas las autorizaciones sanitarias y garantías hospitalarias si se requiere hospitalización (en general, nunca más de 24 horas). Esta intervención puede realizarse de forma ambulatoria, o puede ser necesario el ingreso, en función de la extensión y el tipo de anestesia que sea precisa. Si la cantidad de grasa que se va a eliminar no es importante en relación a su tamaño corporal y su estado de salud, puede realizarse con anestesia local y sedación. Incluso puede hacerse, según el caso, mediante anestesia epidural.
La duración de la intervención varía en función de la cantidad y las zonas a tratar, pero oscila entre 1 y 2 horas aproximadamente.
Al acabar, en el mismo quirófano se coloca una faja para controlar la inflamación y minimizar el riesgo de amoratamiento. Además, así se ayuda a la piel a amoldarse al nuevo contorno. Es necesario llevar la faja aproximadamente durante un mes. La/el paciente no deberá realizar actividades intensas durante 2 a 4 semanas, ni exponer las zonas intervenidas al sol. La incorporación a la actividad laboral puede ser casi inmediata, o tras 1 ó 2 semanas, en función de la extensión de la liposucción y el tipo de trabajo.
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