La eliminación del vello mediante el láser es, al contrario que las técnicas tradicionales, un método rápido y seguro que deja intactos los poros y otras partes de la piel, tan sensibles especialmente en cara y cuello. Nos permite suprimir el crecimiento del vello de todas las partes del cuerpo, incluidos cara y cuello, como frente, mejillas, mentón, labio superior, nariz, orejas barbilla y cuello.
También es muy útil para aquellos hombres que quieran rebajar la cantidad o fuerza del vello en zonas delicadas que se irriten fácilmente con el afeitado diario, como la zona del cuello.
El láser de depilación se aplica mediante una pieza pequeña de mano que emite sobre la piel pulsos sucesivos de luz láser. La luz es absorbida por la raíz del pelo, lo que provoca su destrucción. Esto sólo se consigue durante la etapa de crecimiento capilar.
Mientras se lleva a cabo la sesión de depilación, se utilizan unas gafas específicas para protegerse los ojos. El tratamiento es poco molesto, pero cuando las zonas a depilar son muy extensas, recomendamos dividir las sesiones en tiempos que van de los diez a los sesenta minutos.
En cada sesión se elimina todo el vello de la zona tratada, pero aproximadamente sólo un veinte por ciento se destruye de forma permanente. Al cabo de mes y medio reaparece el resto que, con cada nueva sesión de depilación láser, irá disminuyendo en esa proporción. Los resultados se evidencian muy pronto: cada vez crece menos vello, más débil y más claro. En la mayoría de los casos, se consigue una depilación del noventa por ciento y de larga duración.
Las sesiones de depilación con láser se realizan con un intervalo de tiempo de un mes y medio entre cada una de ellas, que es el tiempo que tarda en crecer el vello.
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