Los peelings químicos quitan la primera capa de la piel para dejar visible una capa más suave. Hay tres tipos de peelings que el dermatólogo cosmético puede utilizar a un paciente, en función del estado de la piel facial.
Los ácidos que se utilizan para quemar la piel exterior, son capaces de eliminar las finas líneas de expresión y las arrugas. Para alcanzar los mejores efectos posibles, el paciente deberá someterse a varias sesiones. En este tipo de procedimiento no se requiere ni sedación ni anestesia. Es un procedimiento ambulatorio que suele durar entre unos treinta minutos y una hora.
Antes de iniciar el tratamiento, los médicos te cubren los ojos con unos discos de algodón y el cabello con un gorro. A continuación, se aplicará anestesia en toda la piel. Algunos médicos prefieren pulverizar la piel con un refrigerante para adormecer la zona.
Seguidamente se raspa la piel facial para permitir la formación de una nueva capa. Se utilizan instrumentos manuales y motorizados, como los cepillos y las lijas quirúrgicas con la finalidad de rascar suavemente la piel. Este es un procedimiento muy rápido, ya que por lo general el cirujano sólo necesita entre unos treinta minutos y una hora para realizarlo. Si la zona a tratar está muy dañada, el cirujano plástico te puede sugerir que te sometas a una serie de tratamientos para asegurarte unos óptimos resultados.
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