supone la aplicación de presión continuada o pulsada sobre una zona del organismo para generar el vacío. Puede aplicarse con ventosas (presión negativa) o mediante una cámara hinchable adaptada a la zona del cuerpo que se trata y en la que se inyecta aire con un compresor a una presión fija o variable (presión positiva).
Existen dispositivos de presoterapia que actúan sólo sobre extremidades específicas, especialmente sobre piernas y brazos aunque también los hay para el abdomen. La presión ejercida permite activar el sistema circulatorio. El efecto de compresión y relajamiento alternados actúa de forma muy eficaz sobre las zonas con celulitis, ya que mejora la circulación venosa en la zona y actúa directamente sobre los nódulos celulíticos. La técnica es también utilizada en el tratamiento de los linfedemas, que se producen por un bloqueo del sistema linfático y ocasionan la inflamación de una o varias extremidades. Asimismo, la presoterapia favorece la recuperación de la elasticidad cutánea.
La presoterapia está indicada para:
-Mejorar la circulación sanguínea.
-Mejorar el drenaje linfático.
-Tratar la celulitis.
-Eliminar varices.
-Aliviar piernas cansadas.
-Tratar retención de líquidos.
En el embarazo se usa para mejorar el aspecto de la piel y evitar la sensación de pesadez en las piernas y en los postpartos ayuda a la paciente a recuperar la figura.
La duración de un tratamiento de presoterapia varía en función del problema a tratar. Durante el primer mes debe realizarse dos veces por semana para luego espaciar gradualmente las sesiones.