martes, 31 de mayo de 2016

EL AUMENTO DE PECTORALES

El principal beneficio del aumento pectoral es la obtención de una masa extra que se agrega a la zona del pecho para conseguir un aspecto más esculpido. Este procedimiento suele ser solicitado por aquellos hombres que no son capaces de lograr este efecto esculpido a través del ejercicio o que no tienen el tiempo para dedicarse a un ejercicio intenso. Este procedimiento es también popular entre los culturistas que desean mejorar la apariencia que sus entrenamientos les han proporcionado.
El aumento pectoral es menos invasivo que el equivalente femenino. Mientras que en el aumento de pecho, los cirujanos tienen la opción de separar el músculo de los nervios y/o del hueso del pecho, para insertar un implante entre el músculo y el hueso. En el caso masculino, el cirujano no toca ni el músculo, ni los nervios, ni los huesos.
La diferencia principal entre un aumento de pectorales y un aumento de pecho es que los músculos no se separan de las costillas o del esternón. En el aumento de pecho femenino este proceso sí que se debe llevar a cabo durante la cirugía. Como resultado de ello, el procedimiento masculino es considerablemente menos invasivo quirúrgicamente hablando.
Dependiendo del tamaño de los implantes y la tolerancia del paciente al dolor, el aumento de pectorales podría realizarse bajo anestesia general o bajo los efectos de una sedación ligera. Sin embargo, es más recomendable que el procedimiento se realice con anestesia general para controlar la relajación del paciente que podría verse comprometida si éste estuviera despierto durante la cirugía.
Después de sedar al paciente, el cirujano plástico hace una pequeña incisión en la axila y luego maniobra con un endoscopio a través de la incisión para crear un bolsillo detrás del músculo pectoral. El implante es de silicona sólida y se desliza a través en este bolsillo. El cirujano retira el endoscopio y a continuación la cavidad se cose con puntos sutura.
Los implantes pectorales se hacen con silicona, nunca con materiales salinos o similares. Al no haber líquido en los implantes pectorales, las fugas de fluido y/o la rotura no representan ningún problema. Los hombres que no quieren ponerse implantes de silicona deberán buscar otras opciones de cirugía plástica.
La implantación pectoral masculino, un procedimiento ambulatorio, por lo general se puede llevar a cabo en una hora y muchos pacientes se pueden ir a casa el mismo día. Todos los puntos de sutura y/o apósitos que deben ponerse por el procedimiento serán retirados al cabo de unos cuantos días. Las cicatrices quedan ocultas bajo la axila y por lo general desaparecen pasado un mes.
El paciente debe tener en cuenta que necesitará a alguien que lo lleve a casa después de la cirugía debido a los efectos de la anestesia y/o los analgésicos recetados. También se le dará una lista de importantes instrucciones postoperatorias a seguir. Éstas deberán seguirse de forma explícita, ya que una infección causada por un implante pectoral puede dar lugar a infecciones linfáticas, de pulmón, de corazón y también de sangre. Entre los síntomas de una infección pectoral se pueden destacar el aspecto asimétrico o el desplazamiento de los implantes. Si los hombres que se han sometido a la intervención siguen las instrucciones al pie de la letra durante los dos primeros meses, tan sólo hay una probabilidad de menos de un 1% de infección relacionada con los implantes pectorales. Por lo general, al paciente no se le permitirá levantar peso o realizar ejercicios intensos durante al menos las cuatro semanas posteriores a la cirugía.
Al igual que con cualquier tipo de cirugía plástica, existen riesgos comunes asociados con el aumento de pectorales. El problema más común con los implantes pectorales es el desplazamiento. La mayoría de los implantes se desplazan naturalmente dos milímetros después de la cirugía. Si el implante se mueve hasta la clavícula o hasta debajo de la axila, será necesaria una cirugía correctiva.
Existe la posibilidad de que se forme un seroma de pus y/u otros fluidos corporales o un hematoma por la sangre acumulada. En cualquiera de los casos, podría ser necesaria una cirugía adicional para drenar el exceso de fluidos de la zona que rodea el implante.
El entumecimiento de la zona también puede producirse después de la cirugía. Esta sensación generalmente desaparece al cabo de unas semanas, pero en algunos casos puede ser permanente.
En general, la mejor forma de evitar la mayoría de las complicaciones es elegir un cirujano de renombre, con experiencia plástica y evitar el ejercicio después del procedimiento para asegurarte de que no quedarás traumatizado por un desplazamiento de tus implantes.

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