A medida que pasan los años el pecho de la mujer se ve sometido a cambios estructurales y funcionales que junto a la inevitable gravedad hacen que el pecho se torne fláccido y caído. Los cambios de volumen por alteraciones en el peso, por los embarazos y la lactancia, junto con la involución que sufre la glándula mamaria por los cambios hormonales fisiológicos, los cambios en la elasticidad cutánea, el exceso de exposición solar y la falta de uso del sujetador son factores determinantes para el desarrollo de un pecho caído y fláccido. En muchas ocasiones la caída del pecho se debe a un exceso de volumen. En ambas situaciones anteriores está indicado realizar una mastopexia o elevación de pecho. La mejor candidata es la mujer que tiene expectativas realistas tratando de mejorar sus dolencias y aspecto y no aquella que busca la perfección.
En las consultas previas a la intervención es necesaria la exploración mamaria, la medición de ciertos parámetros y la realización de fotografías. La exploración mamaria junto con la edad y los antecedentes servirán para realizar otras pruebas complementarias (ecografía, mamografía, etc.) antes de la operación. Las mediciones ayudarán para decidir la técnica a emplear y las fotografías servirán para evaluar el resultado.
Toda cirugía lleva implícito unos inconvenientes y riesgos que hay que conocer y aceptar. Generalmente no se producen grandes complicaciones.
Después de la cirugía habrá dolor que es bien controlado con analgésicos. También aparecerán amoratamientos, inflamación y alteraciones de la sensibilidad que serán temporales. Necesariamente quedarán cicatrices de diversa longitud y localización que con el tiempo tenderán a ser poco visibles.
Los riesgos son los propios de la anestesia y los derivados de la cirugía, fundamentalmente el sangrado, los hematomas (colecciones sanguíneas), las infecciones, pérdida parcial de la piel, alteraciones duraderas de la sensibilidad del complejo areola-pezón, problemas de cicatrización (ensanchamientos, hipertrofias y queloides), asimetrías de las mamas y de loscomplejos areola-pezón. No existe riesgo de no poder amamantar en el futuro ya que no se seccionan los conductos que conducen la leche al pezón. Las fumadoras tienen más riesgo de padecer pérdidas de piel y problemas de cicatrización.
Generalmente puede hacerse de forma ambulatoria, pero en ocasiones es necesario el internamiento durante 24 horas.
La mastopexia puede llevarse a cabo con anestesia local y sedación pero la mayoría de los casos precisan de anestesia locoregional y sedación o anestesia general.
La intervención consiste en elevar el pecho caído, remodelar la mama y situar el complejo areola-pezón en una posición más alta, para ello es necesario extirpar el exceso cutáneo y adaptarlo al volumen mamario que va a quedar, teniendo en cuenta que:
Cuando el pecho está prácticamente vacío es necesario asociar la colocación de una prótesis que añada volumen.
Si existe cierta cantidad se realiza la mastopexia extirpando exclusivamente el exceso de piel y remodelando la mama.
Cuando el volumen mamario es excesivo se asocia a la extirpación de tejido mamario graso-glandular (mamoplastia de reducción)
Existen múltiples técnicas para realizar la mastopexia. La elección depende de las características de la mama y de la preferencia del cirujano; en esencia se pueden resumir dependiendo de las cicatrices que originan: Cicatriz periareolar pura, cicatriz en “T invertida”, cicatriz en “J” o en “L”, cicatriz vertical. Las tres ultimas también dejan cicatriz alrededor de la nueva areola. La “T invertida” deja una cicatriz vertical que se extiende desde el polo inferior de la areola hasta la mitad del surco submamario. La cicatriz en “J” o en “L” es como la anterior pero la cicatriz horizontal se extiende desde el centro del surco submamario hacia las axilas. Las de cicatriz vertical solo dejan cicatriz desde el polo inferior de la areola hasta el centro del surco submamario.
La duración de la operación es de 2-3 horas y varía fundamentalmente en función de la anestesia empleada, de las características anatómicas de las mamas y de la técnica empleada.
Tras la intervención tendrá que llevar un vendaje entre 1-2 días y vestir un sujetador, día y noche, durante 1 mes.
Todos los puntos son retirados en 3 semanas.
Durante la recuperación deben evitarse los movimientos bruscos, no levantar peso ni elevar los brazos por encima de los hombros.
Si el trabajo no implica gran actividad física se puede volver a él en 7-10 días. El ejercicio físico intenso podrá reanudarse en 1,5 a 2 meses.Aunque la mejoría será progresiva en los meses posteriores, el aspecto ideal se verá pasado 1 año ya que entonces las cicatrices serán menos visibles y la forma más estable.