Tras la realización de una estricta dieta para perder peso viene la parte más difícil, mantenerlo. Solemos tener miedo a recuperar esos quilos que tanto esfuerzo nos ha costado perder y es normal, ya que una vez prohíbes a tu cuerpo una serie de alimentos, al terminar la dieta éste tiende a reclamarlos.
Para ello podemos llevar a cabo la llamada dieta de mantenimiento, la cual permite conservar el peso en el que la persona se siente satisfecha y a su vez aporta energía y vitalidad a nuestro organismo.
El secreto de este tipo de dietas reside en la combinación y características de los alimentos, ya que debemos elegir aquellos que sin tener grasa puedan aportar la energía necesaria a nuestro cuerpo. Primero empezaremos de un modo más estricto, para después ir añadiendo más tipos de alimentos.
Pero aparte de estas indicaciones, debemos combinar la dieta alimentaria con el ejercicio físico. Ya que después de una dieta de disminución de peso, empezamos a tomar más calorías de las que nuestro organismo está acostumbrado. Por este motivo dedicando simplemente unos 45 minutos diarios a practicar algo de deporte podremos hacer frente a este exceso calórico.
Es conveniente que se combinen los alimentos de forma muy variada, para que no se nos haga pesado ni monótono, y sobre todo para eliminar el concepto dieta de nuestras mentes y sustituirlo por una dieta equilibrada y saludable, que nos ayudará a mantener nuestro peso, y a tener un organismo sano.
Para ello podemos llevar a cabo la llamada dieta de mantenimiento, la cual permite conservar el peso en el que la persona se siente satisfecha y a su vez aporta energía y vitalidad a nuestro organismo.
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