¿QUÉ ES LA TOXINA BOTULÍNICA?

La toxina botulínica o botox es un tratamiento estético que logra eliminar de forma temporal las

antiestéticas arrugas que aparecen en el rostro, en zonas tan visibles como la frente, entrecejo, y conocidas las patas de gallo. El botox o toxina botulínica es actualmente uno de los tratamientos de belleza más de moda. Esta técnica lucha contra el paso de los años eliminando las arrugas de expresión de forma efectiva y poco agresiva. Este tratamiento estético esta comenzado a ganar terreno ante otros tratamientos estéticos empleados con cirugía como el lifting.

Con la técnica de la toxina botulínica lograremos unos resultados verdaderamente espectaculares en el rostro, un tratamiento que logrará rejuvenecer nuestro rostro.

-Eliminación de arrugas de expresión que aparecen en el rostro a causa del paso del tiempo en zonas como frente, entrecejo o contorno de los ojos (patas de gallo).

-Nos sentiremos mucho más jóvenes y con un aspecto mucho más sensual gracias al rejuvenecimiento de nuestra piel.

-Piel mucho más lisa y relajada.

-Los resultados que se consiguen son realmente naturales y satisfactorios.

-Sesiones y desarrollo de la toxina botulínica.

El botox o toxina botulínica solo requiere de una sesión para lograr los resultados deseados, pudiendo aplicarse nuevamente una vez hayan desaparecido los efectos. La sesión suele tener una duración de unos 20-30 minutos. Por norma general, los resultados reales comienzan a percibirse unos 15 días después de haberse realizado el tratamiento.

La duración de los resultados suele oscilar entre los 3 y los 4 meses, pudiendo aplicar botox nuevamente una vez hayan desaparecido los efectos del anterior tratamiento. Los tratamientos sucesivos suelen ser más duraderos que el primero, aunque depende del caso de cada paciente. Una vez se finaliza cada sesión de botox, el paciente puede volver nuevamente a su vida cotidiana de forma inmediata.

Una vez finalizada cada sesión tendremos que tener especial cuidado en no frotar el rostro al lavarlo, acostarnos o frotar ojos y frente durante las primeras cuatro horas, para evitar que el producto se desplace.

La inyección de toxina botulínica en nuestro rostro es una técnica que no supone ningún tipo de inconveniente al paciente, ya que el procedimiento no produce dolor debido a las pequeñas cantidades del producto que se inyectan en la piel a través de una fina aguja. El paciente suele sentir en alguna ocasión un ligero escozor.