CUIDAR TU CABELLO MIENTRAS SE TOMA EL SOL

Mientras disfrutamos del verano, del buen tiempo y de los agradables días de sol, no solo debemos preocuparnos por cuidar nuestra piel, aplicando un protector solar adecuado, también nuestro cabello se resiente ante los rayos solares.
Y como es mejor prevenir, durante la exposición al sol debes hacer uso de productos cosméticos especiales que te ayudarán a mantener la belleza de tu cabello, para que al final del verano no tenga un aspecto estropeado y sin vida, que exija medidas más radicales, como un corte de pelo o prescindir del tinte o las mechas. La oferta de productos para el cuidado capilar durante la exposición solar es bastante amplia, variando las texturas, las cuales son específicas para diferentes tipos problemas de cabello. Encuentra la que mejor se adapte a tu pelo y no dudes en aplicártela cada vez que acudas a la playa o a la piscina:
-Aceite: es ideal para cabellos muy secos y rizados y para pelo largo o de tamaño medio. Evítalo si tienes el cabello fino y graso, ya que solo conseguirías engrasarlo más.
-Espuma: es la textura perfecta para quienes tienen el pelo corto o de altura media (hasta los hombros, aproximadamente), en especial si es fino y con tendencia a ser graso. No se aconseja para cabellos largos, porque requieren mucho producto, o si eres de las que frecuentemente se baña en la playa o la piscina, ya que no es muy resistente al agua.
-Gel: muy adecuado en los peinados cortos y en mujeres de cabello graso. Y por el contrario, se desaconseja en cabellos largos, porque los reseca, dejándolos con una consistencia apelmazada.
-Spray: el producto perfecto para cualquier tipo de cabello, por su fácil aplicación, aunque se consume bastante rápido si tienes el pelo largo. Evita los productos con fórmulas que contengan alcohol, porque resecan el cabello.

Y para asegurar un resultado efectivo, toma en cuenta los siguientes consejos:
Usa productos capilares con filtros solares UVA y UVB. Al recubrir toda la fibra, los fotoprotectores preservan el color del cabello, evitando la deshidratación de la fibra capilar y preservando las cutículas.
Al salir del agua, aclara el cabello con agua de la ducha para eliminar los restos de sal y/o cloro.
Vuelve a aplicar el protector capilar después de cada baño, incluso si es resistente al agua.
Sécalo con cuidado, ya que el pelo húmedo es más frágil que el seco. Presiona ligeramente con la toalla, sin retorcer y desenrédalo con un peine de púas anchas.
Al igual que con la piel, evita las exposiciones prolongadas al sol, en especial cuando la radiación es más intensa.

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